lunes, 2 de julio de 2012

La historia del Rock en 100 Riffs [video]



1. Chet Atkins, 'Mr. Sandman'
2. Johnny Cash, 'Folsom Prison Blues'
3. Buddy Holly, 'Words Of Love'
4. Chuck Berry, 'Johnny B. Goode'

5. Link Wray, 'Rumble'
6. Eddie Cochran, 'Summertime Blues'
7. The Chantays, 'Pipeline'
8. Dick Dale, 'Miserlou'
9. Surfaris, 'Wipeout'
10. The Beatles, 'Day Tripper'
11. The Who, 'I Can’t Explain'
12. The Rolling Stones, '(I Can't Get No) Satisfaction'
13. Jimi Hendrix, 'Purple Haze'
14. Santana, 'Black Magic Woman'
15. The Beatles, 'Helter Skelter'
16. Fleetwood Mac, 'Oh Well'
17. Cream, 'Crossroads'
18. Led Zeppelin, 'Communication Breakdown'
19. Black Sabbath, 'Paranoid'
20. Creedence Clearwater Revival, 'Fortunate Sun'
21. James Gang, 'Funk 49'
22. Led Zeppelin, 'Immigrant Song'
23. The Rolling Stones, 'Bitch'
24. Derek and the Dominos, 'Layla'
25. Alice Cooper, 'School’s Out'
26. Deep Purple, 'Smoke On The Water'
27. Pink Floyd, 'Money'

28. Allman Brothers, 'Jessica'
29. ZZ Top, 'La Grange'
30. T. Rex, '20th Century Boy'

31. The Grateful Dead, 'Scarlet Begonias'
32. Lynyrd Skynyrd, 'Sweet Home Alabama'
33. Aerosmith, 'Walk This Way'

34. Queen, 'Bohemian Rhapsody'
35. Ted Nugent, 'Stranglehold'
36. Thin Lizzy, 'The Boys Are Back in Town'
37. Blue Oyster Cult, 'Don’t Fear the Reaper'
38. Kansas, 'Carry On My Wayward Son'
39. Ramones, 'Blitzkrieg Bop'
40. Heart, 'Barracuda'
41. Van Halen, 'Runnin’ With The Devil'
42. Dire Straits, 'Sultans Of Swing'
43. The Police, 'Message In A Bottle'
44. Neil Young, 'Hey Hey, My My (Into the Black)'

45. AC/DC, 'Back In Black'
46. Ozzy Osbourne, 'Crazy Train'
47. Rush, 'Spirit Of Radio'
48. Stevie Ray Vaughan, 'Pride And Joy'
49. Yes, 'Owner Of A Lonely Heart'

50. Dio, 'Holy Diver'
51. Michael Jackson, 'Beat It'

52. Van Halen, 'Hot For Teacher'
53. The Smiths, 'What Difference Does It Make?'
54. Bruce Springsteen, 'Glory Days'
55. Dire Straits, 'Money For Nothing'
56. Bon Jovi, 'You Give Love A Bad Name'
57. REM, 'The One I Love'

58. U2, 'Where the Streets Have No Name'

59. Guns N’ Roses, 'Welcome To The Jungle'
60. Guns N’ Roses, 'Sweet Child O' Mine'
61. Motley Crue, 'Girls, Girls, Girls'
62. Living Colour, 'Cult Of Personality'
63. Motley Crue, 'Kickstart My Heart'
64. Tom Petty, 'Runnin' Down A Dream'
65. Camper Van Beethoven, 'Pictures Of Matchstick Men'
66. AC/DC, 'Thunderstruck'
67. The Black Crowes, 'Twice As Hard'
68. Eric Johnson, 'Cliffs Of Dover'
69. Metallica, 'Enter Sandman'
70. Alice In Chains, 'Man In The Box'
71. Nirvana, 'Smells Like Teen Spirit'
72. Red Hot Chili Peppers, 'Give it Away'
73. Pearl Jam, 'Even Flow'
74. Soundgarden, 'Outshined'

75. Rage Against The Machine, 'Killing In The Name'
76. Stone Temple Pilots, 'Sex Type Thing'

77. Lenny Kravitz, 'Are You Gonna Go My Way?'
78. Green Day, 'Welcome To Paradise'
79. Toadies, 'Possum Kingdom'

80. Weezer, 'Say it Ain’t So'
81. Smashing Pumpkins, 'Zero'
82. Foo Fighters, 'Monkey Wrench'
83. Marcy Playground, 'Sex And Candy'
84. Santana, 'Smooth'

85. Red Hot Chili Peppers, 'Scar Tissue'
86. Cake, 'Short Skirt, Long Jacket'
87. The Shins, 'Turn A Square'
88. The White Stripes, 'Seven Nation Army'
89. Muse, 'Hysteria'

90. The Darkness, 'I Believe In A Thing Called Love'

91. Mastodon, 'Blood And Thunder'
92. Jet, 'Are You Gonna Be My Girl?'
93. The Strokes, 'Reptilia'
94. Franz Ferdinand, 'Take Me Out'
95. Modest Mouse, 'Float On'

96. The White Stripes, 'Blue Orchid'
97. Green Day, 'Boulevard Of Broken Dreams'
98. The Raconteurs, 'Steady As She Goes'
99. The Black Keys, 'I Got Mine'
100. St. Vincent, 'Cruel'

By NME.COM

viernes, 22 de julio de 2011

Los misterios de un muerto que no para de nacer

El cuerpo de Brian Jones –fundador de la banda inglesa The Rolling Stones– permanecía inmóvil, sin vida, sumergido en la pileta de su mansión ante la atenta mirada de la estatua de Christopher Robin, uno de los personajes de Alan Alexander Milne –creador de Winnie the pooh– a quien había pertenecido la casa durante la primera mitad del siglo XX. “Un día normal para Brian, un hombre que moría todos los días”, escribió el guitarrista de The Who, Pete Townshend, en un poema que le dedico a Jones post mortem. Lo único claro que dejó la madrugada del 3 de julio de 1969 fue que Brian, quien se había encargado de reclutar a Mick Jagger y Keith Richards para que tocasen en su banda, estaba muerto, ¿cómo? Aún hoy sigue siendo un misterio.




Brian Jones, guitarrista y multiinstrumentista, tuvo una vida llena de excesos y descontrol. Las chicas se desesperaban cada vez que lo veían arriba del escenario. Su pelo lacio y rubio (cuando vivía junto a Keith Richards en un departamento sin agua caliente, él era el único que se lavaba y cepillaba el pelo todos los días) y su mirada siempre perdida en el horizonte llenaban de misticismo su esbelta figura. A los 17 años ya tenía dos hijos ilegítimos y se cree que durante sus 27 años en el mundo tuvo más de cinco. Su paranoia y depresión, exacerbadas al máximo cuando su novia Anita Pallemberg lo dejó por Keith Richards, lo llevaron a recluirse en Cotchford Farm, la mansión que había comprado en Sussex, al sur de Inglaterra, a fines de 1968. Brian había sido excluido de The Rolling Stones casi un mes antes de su trágico destino. La teoría oficial sobre el caso fue abalada por una autopsia que indicó que se trató de una muerte por accidente. En su sangre se encontraron restos de anfetaminas, tranquilizantes y alcohol. Además, su hígado estaba agrandado y grasoso, y el músculo cardíaco dilatado.
Hubo quienes creyeron que se trató de un suicidio debido a su delicado estado de salud mental, pero los más allegados a Brian remarcaron que durante sus últimos días estuvo de mucho mejor humor y más optimista. Habló con varios músicos –Jimi Hendrix, Alexis Korner, John Lennon, etc.– con quienes planeaba formar una nueva banda. A lo largo de todos estos años muchas personas pusieron en duda estas teorías. Sostenían que la cantidad de alcohol encontrada en el cuerpo del músico era insuficiente para matarlo y, además, era un magnífico nadador, con lo cual imposibilitaba creer que haya muerto mientras nadaba en su pileta. 
Stephen Wolley, el director de la película Stoned –un film basado en la muerte de Jones–, contrató detectives e investigó otra posible hipótesis sobre el tema: el asesinato. En los últimos quince años la sospecha de que alguien mató a Brian cobró más relevancia debido a que en 1993, antes de que muera Frank Thorogood, un albañil que trabajaba para el guitarrista rubio, contó a un asistente de The Rolling Stones que fue él quien ahogó al músico aquella noche a fines de los ´60. Brian Jones quería hacer algunas reformas en Cotchford Farm y contrató a Frank Thorogood, un albañil inglés que había trabajado meses antes en Redlands, la casa de Keith Richards. Frank era muy amigo de Tom Keylock, el chofer y asistente de The Rolling Stones, y algunos creen que el albañil tenía la misión de espiar e informar sobre los movimientos de Brian a los Stones. La relación entre el músico y el trabajador nunca fue buena. Brian trató de acercarse a Frank, pero éste no soportaba la arrogancia de la estrella de rock. Así y todo, Brian le permitió a Thorogood que duerma en la casa y muchas noches cenaban y se emborrachaban juntos.
Frank trabajaba con un grupo de asistentes que vivía durmiendo y tomando, pasaba todos los gastos a la cuenta de Jones y trabajaba muy poco. El 29 de junio de 1969 Brian echó a los obreros y Thorogood le reclamó ocho mil libras. El músico prometió pagárselas si terminaba algunos trabajos que había dejado incompletos. 
Las versiones de lo ocurrido la noche del 2 de julio difieren entre sí. Anna Wohlin, la novia de Brian de aquel entonces, aseguró que fue una noche tranquila. Ella y Jones estaban compartiendo unos tragos al lado de la pileta junto a Frank Thorogood y Janet Lawson, una amiga de la pareja. En un momento de la noche, Frank y Brian se quedaron solos en la pileta. Anna siempre creyó que en ese instante el constructor lo ahogó en venganza por la suma de dinero que el músico le debía. Por oro lado, Nick Fitzgerald, un amigo del guitarrista, sostuvo que esa noche hubo una fiesta junto a los albañiles, sus novias y Tom Keylock. Todos estaban bastante alcoholizados cuando se tiraron a la pileta. Fitzgerald vio como varias personas mantuvieron a Brian bajo el agua. Cuando intentó intervenir, Tom Keylock –que siempre negó haber estado ahí– se interpuso e impidió que pueda salvar a su amigo. Brian fue retirado de la pileta inconsciente y cuando llegó la ambulancia ya había fallecido. Horas más tarde vieron a Tom Keylock quemando toda la ropa y las pertenencias de Jones. Anna Wohlin aseguró que Thorogood la instruyó con respecto a qué contarle a la policía y Keylock le ofreció plata a cambio de su silencio. La familia de Thorogood nunca creyó en la supuesta confesión de Frank antes de morir, y mucho menos al venir de parte de un allegado a los Stones (Tom Keylock).Ocho días después de su muerte, Brian fue enterrado en Cheltenham, su ciudad natal, en un ataúd de bronce cerrado al vacío a 3.70 metros de profundidad para evitar que sus restos sean exhumados por los fanáticos. Fue uno de los primeros de una larga lista de músicos en morir a los 27 años.
Este año se cumplió el 42º aniversario desde la muerte de Brian Jones y las versiones siguen siendo imprecisas. “El tiempo que corre es la verdad que huye”, afirmó alguna vez el criminalista francés Edmond Locard, y este caso parece no ser la excepción. Al parecer, la única solución (im)posible para conocer la verdad sería dar vida a la estatua de Christopher Robin y que nos cuente con lujo de detalles qué sucedió aquella noche veraniega de 1969. Quién sabe, en una de esas hasta la misma estatua se declara culpable.

Sergio Marchi, periodista de rock, opinó sobre el tema:

Brian Jones tuvo el espacio que merecía en The Rolling Stones hasta que lo perdió. Su mal estado general lo llevó a tener un mal funcionamiento dentro de la banda. Con toda la intoxicación que tuvo encima, Keith Richards siempre estuvo lo suficientemente bien como para tocar la guitarra, y de hecho heredó su espacio de líder. El fallecimiento del Brian fue una muerte anunciada, pero no por eso evitable. No existía entonces entre los rockeros la comprobación física del daño que causaban las drogas. Brian Jones fue la primera evidencia. Jones murió ahogado en su pileta, eso está claro. Creo que fue una mezcla de factores lo que terminó con su vida, en los que entran sus propios descuidos, su mala salud, quizás algún descuido ajeno incluso con conocimiento de que podría sobrevenir un accidente fatal. Nunca es claro porqué termina muriendo una persona en circunstancias tan tumultuosas como las que rodearon a Brian Jones.

lunes, 9 de mayo de 2011

Juanchi Baleirón: Bodas de plata

En diciembre cumplen 25 años. Hace unos meses editaron el disco más ambicioso de su carrera. Y precisamente acá, Juanchi, cantante y guitarrista de Pericos, hace un repaso de las dos cosas.


Sí, todavía hay bandas que no ensayan en Palermo y Pericos es una de ellas. En un PH de Núñez, que pertenecía a los padres de Topo (baterista de la banda), funciona la sala-estudio de uno de los pioneros del reggae nacional. Un pasillo largo conecta la puerta de calle con lo que vendría a ser un hall donde hay algún que otro sillón, una barra y, colgados en las paredes empapeladas con partituras musicales, varios discos de oro que supo cosechar la banda durante su carrera. Una vez adentro de la sala, Juanchi Baleirón, de jeans y remera de AC/DC, se acomoda en una de las banquetas.

A partir de diciembre pasado, Los Pericos comenzaron a transitar su vigésimo quinto año de carrera, y, fue casi una casualidad que empiecen a festejarlo con “Pericos & Friends” ya que comenzaron a prepararlo hace más de dos años y no esperaban que se extendiera tanto. “El plan, en un principio, no fue que durase así. Aparecieron nuevos invitados y todo fue tomando forma. El que se haya extendido en el tiempo fue una consecuencia de lo grande del proyecto. Además, mientras lo hacíamos también estábamos en otras cosas, no es que paramos para hacer el disco”, aclara el cantante , y resalta que lo empezaron en el momento ideal en todo sentido: “para la carrera de Pericos y para que el disco pueda tener la maduración necesaria. Nosotros queríamos que esté cuando tenga que estar”.

¿Sentiste alguna presión extra por cantar al lado de los íconos del género?

Fue un desafío. No solamente el poner mi voz al lado de grandes, sino también sobre canciones ya conocidas pero en otro formato. Para nosotros era muy importante que quede plasmado en el disco que los temas tuvieron una vuelta, que se volvieron a producir. Por la evolución de músicos, de la banda, individual y grupal. Y porque todos merecemos una revisión de las canciones.

¿Les daban alguna instrucción particular a los artistas cuando les mandaban el material?

Les decíamos: “Esta es la canción. Cantala cómo quieras, tocala cómo quieras y hacé lo que quieras”. Entonces había solistas que cantaron nada más o bandas que grabaron muchos instrumentos y después tuvimos un laburo de empatar todo acá. Que sonase homogéneo y democráticamente artístico. Todos estaban en sintonía, no hubo nadie que nos haya hecho ninguna devolución o alguna observación como: “Quiero escuchar cómo quedó”. Todo el mundo tiró muy buena onda, mandó lo que necesitábamos y más. Así que todos contentos, fue una experiencia muy linda.

Como productor, ¿qué te llamó la atención del modo de trabajar de los músicos que participaron?

Uno confirma muchas cosas que ya trae. Los grandes artistas son sencillos y hacen las cosas simples. Si hay algo que tienen es: conocimiento y experiencia, entonces te das cuenta que transmiten mucho más cuando simplifican las cosas, sin tanto enrosque ni tanta vuelta.

El guitarrista se muestra contento y distendido. Habla orgulloso de la nueva producción que, a diferencia de los dos antecesores –“7 (2005) y “Pura Vida” (2008)-, alcanzó un nuevo disco de oro. Pero eso no le quita los pies de la tierra: “Son temas muy clásicos y conocidos, obvio. Yo creo que la gente que compró este álbum es fan de Pericos hace mucho tiempo, conoce las canciones y valoran el objeto disco”.

Como ha dicho en otras entrevistas, a Juanchi le gusta repetir que Pericos es como la lengua. Una estructura flexible y maleable que perdura hasta la muerte, no duros como los dientes que a la larga se caen. Y será por eso que durante estos veinticinco años aprendió a pilotear el éxito y a no enceguecerse cuando estuvo arriba o abajo. “Hemos tenido momentos muy difíciles, nuestro primer disco vendió 180mil copias y le tomamos el gustito a tocar por todos lados, viajar y conocer gente. Y en el 89-90 era como que estábamos recibiendo todo lo contrario a lo que habíamos recibido al principio. Tuvimos un año de moda y exposición y después no nos querían ni ver. De todos modos siempre hubo alguien que nos banque. Éramos más pendejos, vivíamos con nuestros padres  y teníamos menos responsabilidades”.

Pericos es una banda que gira mucho ¿Cómo manejan eso ahora que son más grandes y tienen familias?

Hace muchos años que estamos en carrera y las familias que formamos fueron a partir de saber cómo somos. Si alguien se casa es porque sabe que la vida va a ser así. De todos modos, quizás ahora no giramos tanto como antes. Hacemos viajes más cortos, de un mes o un poco más. Igualmente las comunicaciones ayudan mucho, Skype hace felicidades. Pero siempre es un tema dejar a la familia acá y andar viajando. Así que cuando es cómodo y corto a veces podemos llevarlos con nosotros.

Y ya que tocamos el tema vale aclarar que en marzo Pericos va a tocar en México y Estados Unidos; en abril, en el Vive Latino y en junio viaja a España e Inglaterra. “El disco no sólo se editó en Latinoamérica, sino que, gracias a los invitados internacionales que tiene, también saldrá en Europa”, concluye Juanchi.

Guido Martínez
                    ***Entrevista publicada en www.elacople.com ***

martes, 19 de abril de 2011

Con filosofía de libertad

Jauría está de estreno: tiene video clip nuevo y este sábado debuta en Capital Federal. Ciro Pertusi y Mauro Ambesi se sentaron a dialogar con El Acople sobre lo que muchos llaman el súper grupo.



En una sala del sexto piso de Sony Music, Ciro Pertusi y Mauro Ambesi de Jauría atienden los compromisos que tienen pautados con la prensa para promocionar su primer video clip, “Indios Kilme”, y su primera presentación en Capital Federal. Mientras El Acople espera su turno, afuera una de las empleadas del sello está arreglando para sacar dieciocho pasajes aéreos para la próxima presentación de Cordera en algún lugar del país, o del planeta. Quién sabe.

Una vez adentro, el cantante y el bajista de la flamante banda (que completan Ray Fajardo y Pichu Serniotti) se relajan y distienden un poco entre nota y nota. A Ciro le llama la atención una cámara que hay en una biblioteca que dice -Sólo un momento Kodak-. “¡Mirá qué bueno! Es la promoción del corte de Vicentico -Sólo un momento-”, resalta el ex-Attaque 77, e inmediatamente la deja y agarra un CD de Jauría en una cajita slim, como los discos piratas, y como un chico que encontró un juguete que no ve hace mucho tiempo, agrega: “Este es el demo que le trajimos a la compañía, tenía trece canciones, todavía faltaba `Tosco´ y alguna más”.

Los músicos se acomodan en un sillón delante de un ploteo con la publicidad de la banda. En el medio del cuarto hay una cámara para registrar entrevista y el camarógrafo da el visto bueno para que comience el diálogo.

¿Cómo estuvo el rodaje de “Indios Kilme” en Tucumán?
Ciro Pertusi: Estuvo increíble, muy bueno. Fueron cuatro días en total y tuvo varias facetas. Una de las partes más lindas fue trabajar con animales. Llegamos y estaban los entrenadores armando las escenas con los perros, que fue toda una cuestión de juego, y dijimos: “Dame uno, quiero hacerlo yo”. Entonces cada uno había agarrado al suyo, que son fortísimos, y había que arengarlos. Los entrenadores se ubicaban en un punto estratégico como para que ellos hagan un recorrido siguiendo su voz por entre medio de los pasadizos de la fortaleza Kilme, de la ciudad sagrada. Vos tenías que aguantarlos hasta que decían “Acción” y los otros iban gritando los nombres de los perros hasta que los teníamos que largar. ¿Sabés la fuerza que tenías que hacer para aguantarlos? Después fueron dos días de filmación de escenas nuestras con los saltos y las corridas por el lugar, y por último estuvo la jornada en que participó la comunidad Kilme, que estuvo muy copado y muy interesante el acercamiento a ellos. Hubo que explicarles que estábamos ahí por una causa justa y no por la foto y nada más. En un momento estaba el lugar vacío y Francisco Chaile, el cacique, se fue, dio una vuelta y ni diez minutos después aparecieron todos los micros con la comunidad.

Muchas de tus canciones tienen un tinte social. ¿Cómo elegís las historias que vas a contar?

CP:
Para mí es una cuestión instintiva. Es una especie de deuda que yo tengo con la almohada, es lo que a mí me hace descansar. Creo que llega la noche y quiero dormir y lo tengo al Gringo Tosco ahí dando vueltas en la cabeza, en la marcha constantemente adelante y me está pidiendo algo, como lo de Favaloro. Voy por olfato, hay como una cosa del más allá que me está tirando algo para hacer. Es lo mismo que ahora, que sentimos inminente esto de ligarnos a los Kilme, a los pueblos originarios, pero no por la banderita política sino porque ellos protegen a la madre naturaleza, que es su Dios, entonces nosotros creemos que hay una re evolución por ese lado.

Durante este verano Jauría debutó en Mar del Plata y se presentó en los festivales Epecuén y Cosquín Rock, pero la historia había empezado hacía más de un año atrás. Mientras Ciro estaba autoexiliado en México, Mauro se juntó con Ray y Pichu para empezar con los ensayos y, casualidad o causalidad, uno de los primeros temas que ensayaron fue “El Perro”, del disco “Amén” (1995) de Attaque 77. “Fue como haber estado jugando en reserva y ponerse la camiseta para salir a primera”, afirma el bajista que, si bien es el menos reconocido de los cuatro, pasó años tocando en De Romanticistas Shaolin´s, también junto a Deborah del Corral y siempre estuvo muy ligado a los hermanos Pertusi.

Ciro, en una entrevista dijiste que no hay que perder el espacio de ensayo. ¿Cómo manejan eso con vos viviendo en Bahía Blanca?

CP:
Viajo cuatro o cinco días antes y me meto a full a ensayar. Lo bueno es que llegamos con unas ganas de locos a la sala y eso está buenísimo. Se torna asiduo porque hacés notas y tenés que cubrir demasiadas cosas a la vez, pero venimos con mucha pila y llega un momento en que ya nos extrañamos. Aparte hay cosas a favor, como el hecho de que Ray y Pichu tienen sus estudios y trabajan con programas como Protools, donde tienen las sesiones del disco abiertas y pueden ensayar individualmente. Si ellos quieren juntarse pueden disparar mis voces y que quede un Ciro virtual ahí cantando, y está buenísimo porque se ponen re al día. Pero no hay duda alguna que el ensayo es fundamental.

El día está atravesando su cenit y los músicos no descansan. Ciro se para y se acerca a una mesita con facturas y sándwiches que hay en un costado, agarra uno y vuelve al sillón. “Yo hablo así total es para gráfica”, se justifica mientras almuerza.

El cantante confiesa que lo primero que quiso hacer fue convencer a Fede, su hermano y primer vocalista de Attaque, de rearmar su ex banda De Romanticisras Shaolin´s y ponerse en función del grupo, pero el menor de los Pertusi siempre le huyó a estar adelante de un proyecto grande, por eso es que se fue de Attaque a principios del ´90, cuando sintió que se le iba de las manos.

Se podría decir que tuviste una suerte de “síndrome Fede Pertusi”, pero 20 años después.

CP: Claro, tal cual. Por eso siempre lo entendí, soy re-contra comprensivo con él porque es un tipo que le gusta el anonimato y luchó mucho por ese lugar y comprendo su historia. Un día me dijo: “Vos tenés pasta para estar ahí; yo no. Yo soy más del fondo creativo”, y bueno, contaré con él como siempre conté. Mi hermano fue una parte para mí, no visible para el resto de la gente, durante toda la carrera. Fue un gran sostén en muchos aspectos y artísticamente colaboró un montón conmigo. Y ahora con Jauría tal vez no lo tendré ahí al frente, pero está desde la composición. Además está Mauro, que es de la familia por elección, es Romanticista, y es parte de él también. Entonces Fede está siempre muy presente.

La entrevista está llegando a su fin pero ellos van a seguir durante todo el día. Se los ve ansiosos y entusiasmados, pero además sorprendidos: “No nos esperábamos tanta cuestión simbiótica. Un montón de gente estaba esperándolo. Parece que responde a una necesidad comunal de muchos que tenían que ver con El Otro Yo, Attaque y Cabezones que quedaron un poco dispersos. Por otro lado, todos los seguidores de Romanticistas se sienten identificados. Gente que estaba muy dispersa y necesitaba un punto de encuentro. Me parece que el concepto jauría los aúna en la cuestión de lo que es lo mestizo. Que andábamos todos desperdigados por ahí, como perros sin hogar, y nos encontramos en esta”.

Texto: Guido Martínez

***Entrevista publicada en www.elacople.com***

martes, 12 de abril de 2011

Un impaciente encubierto

A mediados de abril presentarán su nuevo álbum en el Luna Park. Durante un paso fugaz por Buenos Aires, Emiliano Brancciari, cantante de NTVG, habló con El Acople sobre su última producción, su manera de componer y lo que le molesta de su profesión.



Un dicho popular aboga que no hay mal que por bien no venga, y en este caso tal vez sea así. Si el destino hubiese estado a favor del amor eterno tal vez No Te Va Gustar no existiría, ya que Emiliano Brancciari, su cantante, se fue a vivir a Uruguay cuando tenía doce años, luego de la separación de sus padres. Su madre, uruguaya, no tenía trabajo y decidió ir a hospedarse con sus familiares del otro lado del charco. “Al principio pensaba en volver todo el tiempo, pero ahora ni loco. Se vive a otra velocidad. Los primeros meses era como un sapo de otro pozo, era el porteño, y después empecé a tener más amigos donde estudiaba y cuando arrancamos con la banda, ni hablar”, asegura el músico echado en un sillón de un hotel por Palermo, al día siguiente de haberse presentado en la Fiesta Provincial de la Vendimia en Villa Reggina, Río Negro.

Para NTVG, dos años es tiempo más que prudencial para grabar un disco de estudio, ya sea por la cantidad de canciones que componen en ese tiempo, porque llegan a presentarse varias veces en las ciudades más importantes o porque es hora de renovar el espectáculo. Así que a fines del año pasado editaron “Por lo menos hoy”, su sexto álbum de estudio.

La mayoría de sus discos tienen productores diferentes. ¿Qué les aportó Juanchi Baleirón?
Ayudó muchísimo, es un estudioso de la psicología musical y logra que cada uno se sienta a gusto con lo que aporta, y más teniendo en cuenta que somos un grupo numeroso donde se hace difícil que todos estén motivados y conformes, o crean que están conformes por lo menos (risas). Viajó mucho a Montevideo, fue antes a pre-producir con nosotros y volvió para la grabación. La convivencia fue buenísima.

Las letras de “Chau”, o “Ángel con campera”, entre varias otras, son más que nada nostálgicas. ¿Cuánto de tu carrera le debés a la melancolía?

Y… todo. La verdad que no sólo dentro de la música que hacemos nosotros, a mí me gusta escuchar melancolía. En el rock, en el tango, en el folclore; me hace bien. Se hace más difícil ponerse a componer cuando uno atraviesa un momento donde todo te sale bien, te parecés más a Palito Ortega (risas). Pero con el tiempo he logrado meterme en personajes también. Eso me dio una salida, una válvula de escape que me permite no andar escribiendo sólo sobre situaciones personales.

¿“Al vacío” fue algo personal?



Es una canción con mucha bronca. ¿Cómo la sentís a la distancia?

Es un tema al que quiero mucho. También hay que tener en cuenta que las canciones son sentimientos exagerados, vos nunca vas a escuchar una canción de amor que diga: “Te quiero un poquito”. Cuando le estás cantando algo a alguien es a la máxima potencia, y cuando estás enojado, lo mismo. A la distancia creo que la volvería a escribir, fue dedicada a varias personas pero no sé si lo saben. Nunca me dijeron nada ni volví a hablar.

Emiliano habla con la tranquilidad de un uruguayo pero es un impaciente encubierto. “Hay mucho tiempo muerto en esta profesión, y lo que más me fastidia son las esperas. Llegás varias horas antes a un aeropuerto porque tenés que despachar los instrumentos, después, cuando estás en el lugar del show, tenés que hacer tiempo hasta que armen todo para hacer la prueba de sonido y otro tanto hasta el momento de tocar. También, cuando estás grabando un disco, mientras no es tu turno tenés que esperar”, se confiesa el cantante.

El 19 de marzo van a presentaron “Por lo menos hoy” en Montevideo, y el 15, 16 y 18 de abril lo harán en el Luna Park.

Cuando Andrés Calamaro se presentó en Uruguay dijo que el público es más amargo que el mate. ¿Qué diferencias encontrás entre los fans uruguayos y los argentinos?

Cada público tiene sus pros y contras. Lo que tiene el argentino es que es más futbolero y eso está bueno en ciertos momentos y en otros no. Quizás el uruguayo sea más tranquilo, como el de algún lugar del interior de la Argentina, que también es sumamente disfrutable. Aparte, si son más amargos que el mate está bien, a mí el mate amargo me gusta (risas).




TXT: Guido Martínez
***entrevista publicada en www.elacople.com***

viernes, 1 de abril de 2011

El diablo se quiso asegurar una buena banda en el infierno

La relación entre Led Zeppelin y la magia negra.



Una vez más, el misterio y lo inverosímil rodearon a una de las bandas más influyentes y místicas del rock mundial: Led Zeppelin. La banda inglesa, pionera del hard rock, tuvo una estrecha relación con el diablo, la magia negra y el ocultismo. Si bien éste no fue el primer caso en el que se relacionó a algún artista con el mismísimo Lucifer –son muchos los que creyeron que Elvis Presley firmó un contrato con el Diablo y por eso movía la cadera como la movía (muy osado para la década del ´50)-, los creyentes del mito de Zeppelin sostuvieron que esta relación provocó varios accidentes –algunos fatales– en el seno del grupo y a sus allegados.

Según la leyenda, en 1968, tres miembros de la banda (el guitarrista Jimmy Page, el vocalista Robert Plant y el baterista John Bonham) firmaron un pacto con Satanás a cambio de fama y reconocimiento. El Diablo cumplió su parte del trato. Durante los doce años de carrera de la banda –1968-1980–, Led Zeppelin grabó nueve LP y vendió millones de copias, giró por todo el mundo y se presentó ante multitudes en estadios colmados de gente. Una parte del pacto estaba cumplida, mientras que la otra la pagó en cuotas el grupo.

En 1975, el cantante Robert Plant sufrió un accidente automovilístico junto a su esposa en una isla de Grecia. El cantante resultó gravemente herido y se suspendió la gira mundial de la banda. Plant tardó casi dos años en recuperarse del todo de aquel accidente. Durante ese tiempo, la banda grabó el disco Presence.

Apenas dos años después, en 1977, murió el primer hijo varón de Robert PlantKarac, de cinco años– a causa de una extraña infección estomacal. El cantante se vio muy afectado por la muerte de su hijo y estuvo a punto de abandonar la banda. Además, existieron rumores que aseguraron que Plant acusó a Jimmy Page por el fallecimiento de su hijo debido a las prácticas de magia negra y ocultismo que practicaba el guitarrista.

En septiembre de 1980, un nuevo accidente puso fin a la carrera de Led Zeppelin. En este caso, la víctima fue el baterista John Bonham, que falleció durante una fiesta en la mansión de Jimmy Page. Luego de una dura borrachera, el baterista murió asfixiado tras haberse tragado accidentalmente su propio vómito.

Existen otros motivos por los cuales Led Zeppelin, en especial Jimmy Page, fue relacionado con la magia negra y el ocultísmo.

El guitarrista fue considerado el segundo mayor coleccionista de artículos de Aleister Crowley, un famoso mago negro del siglo XX, considerado el más perverso del mundo. Page tuvo una librería dedicada al ocultismo en Londres que se llamó "The Equinox Booksellers and Publishers”, donde publicó el libro The Goetia, de Aleister Crowley, en su edición de 1904. Además, el músico compró, en 1970, Boleskine House –la casa donde vivió el mago hasta principios de la década del ´10–, en Escocia, a orillas del conocido Lago Ness. La vivienda fue construida sobre las cenizas de una iglesia que se quemó con el párroco dentro y en la parte trasera de la mansión existió un cementerio privado. Crowley realizó innumerables misas negras y todo tipo de conjuros en la residencia, incluso creyeron que se realizaron sacrificios humanos. Según un documental del programa español Cuarto Milenio, la casa estaba rodeada por un sector de naturaleza muerta en un bosque que de noche es uno de los más oscuros. Aún hoy, la vivienda conserva el misticismo de antaño. El guitarrista decidió vender la vivienda en 1990 y nunca quiso hablar de lo sucedido durante aquella época. Por estos días, la mansión está en manos de un dueño privado que no permite visitas. De todos modos, la residencia se puede ver desde la calle y en el fondo se distinguen varias tumbas excavadas.

Jimmy Page permitió, entre otras cosas, que rodaran algunas escenas de la película Lucifer Rising, un film que realizó el director Kenneth Anger – otro admirador de Aleister Crowley– en su casa de Londres, The Tower House. Además, el músico fue invitado a participar de la banda de sonido de la película, pero debido a los problemas que Page tenía con las drogas, sólo logró escribir 23 minutos de música en tres años y al director le pareció insuficiente.


Los fanáticos de la leyenda aseguraron que Led Zeppelin dejó varias claves sobre el ocultismo y su relación con la magia negra en su obra. El cuarto disco de la banda, comúnmente conocido como Led Zeppelin IV, fue el más exitoso de su carrera; y a su vez fue el que encerró más misterio. La portada del LP no tenía nada escrito –ni el nombre de la banda ni el título del disco– pero en un costado aparecían cuatro símbolos que representaban a cada uno de sus integrantes. Una vez más, Page estuvo relacionado con el Diablo. Según el programa Cuarto Milenio, el símbolo –Zoso– que representaba al guitarrista fue una firma manuscrita del diablo Asmodeo en uno de sus pactos del siglo XVII. Por otro lado, siempre fue bastante común acusar a los artistas, desde bandas como The Beatles hasta la cantante brasilera Xuxa, de dejar mensajes satánicos si se reproducían las canciones al revés, y Zeppelin no fue la excepción. “Here's to my sweet satan”, –Aquí está mi dulce Satanás– fue lo que muchos aseguraron escuchar en la canción Stairway to Heaven, del disco Led Zeppelin IV.

En 2007, a más de 27 años de la disolución del grupo, Jimmy Page, Robert Plant, el bajista John Paul Jones y el hijo de John Bonham en la batería, se presentaron en el O2 Arena de Londres ante veinte mil personas. ¿Habrán hecho una renovación del contrato para poder tocar durante dos horas con más de sesenta años?
TXT: Guido Martínez
***artículo publicado en la revista virtual Santuariock***